jueves, 8 de enero de 2015

Mozart: Música para la clausura de los trabajos

Como ya hemos indicado, con motivo de la creación de la logia la “La Nueva Esperanza coronada”, Mozart compuso dos piezas específicas. En dicha tenida se formalizó la designación del nuevo Venerable al que Mozart quiso agasajar con una partitura titulada “A Vos, nuestro nuevo Venerable” «Ihr unsre neuen Leiter» (K. 484) escrita por Augustin Veith Edler von Schittlersberg. Probablemente fue interpretada tras la clausura de los trabajos masónicos de aquella tenida, concretamente, para acompañar la salida del Venerable Maestro y su comitiva.


La letra dice así:

Solo

A vosotros, nuestros guías,

agradecemos vuestra lealtad.

Guiadnos por la senda de la virtud,

para que cada uno alegre la cadena

que le vincula a hombres mejores,

suavizándole el cáliz de la vida.



Coro a tres voces y órgano

Con nuestro santo juramento,

juramos también nosotros

colaborar, como vosotros,

en construir el gran Templo.



Solo

Volamos en alas de la verdad,

más alto, al trono de la verdad,

para conquistar su santuario,

mostrarnos dignos de su corona,

y siendo bondadosos ahuyentar

la envidia de los profanos. 

Finalmente, cabe mencionar que, conforme a los archivos de la Logia, Mozart compuso en 1785 dos cantatas masónicas que llevaban por titulo “El trabajo de la muerte” y “El trabajo de los maestros ha concluido” que, desgraciadamente, se han perdido.

Mozart: Música para la Cadena Unión

Una de las más bellas cantatas de Mozart es sin duda la que compuso para acompañar el rito masónico de la cadena de unión que se realiza antes de concluir los trabajos. La pieza fue terminada pocos días antes de morir y fue titulada “Entrelacemos nuestras manos” «Lasst uns mit geschlungnen Händen» (K. 623ª). La letra dice así:

          
Entrelacemos nuestras manos

Terminemos, hermanos, el trabajo

con las manos entrelazadas de júbilo,

y que esta cadena rodee

no sólo este santo lugar,

sino la Tierra entera.



Dejadnos cantar alegremente

dando las gracias al Creador

cuyo poder absoluto nos deleita.

Ved que los trabajos hayan concluido.

Y ojalá que hubiera concluido también

la labor que ordena nuestro corazón.

Mozart:Música masónica fúnebre

Mozart compuso una pieza de “Musica masónica fúnebre” «Maurerische Trauermusik» (K. 477). Fue interpretada por vez primera en tenida fúnebre en noviembre de 1785 en conmemoración de la muerte de dos masones; el Duque Georg August de Mecklenburg-Strelitz y el Conde Franz Esteráis von Galantha. Lo cierto es que, posteriormente, se ha empleado en la ceremonia del tercer grado de la masonería simbólica que desarrolla la leyenda del arquitecto del Templo de Salomón, Hiram, muerto por los tres malos compañeros y que resucita cuando se encuentra su cuerpo enterrado al pie de una acacia.

Mozart: Música masónica conmemorativa


Durante el verano de 1791, el ultimo de su vida, Mozart trabajó afanosamente en «La flauta mágica», «La clemenza di Tito», y la «Misa Requiem». A pesar de eso, interrumpió su trabajo para escribir una delicada pero vibrante cantata inspirada en los ideales de libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución Francesa. Se trata de su pieza; “Vosotros los que honráis al Creador del Universo” «Die ihr des unermesslichen Weltalls» ( K. 619) dedicada a la juventud alemana.

Una de sus últimas obras, concluida el 15 de noviembre de 1791, es decir, tres semanas antes de morir, y estrenada en su Logia el 18 del mismo mes fue la cantata titulada “Elogio a nuestra alegría” «Laut verkündet unsre Freud» (K. 623) en la que reafirmaba su fe en el programa fraternal y universal de la masonería. Su letra dice así:



Elogio de nuestra alegría

Cantemos la dulce armonía

nuestro gozo en alta voz

y un eco sea en cada pecho

de fraternidad y amor.

Consagrado este lugar

debe aquí la paz reinar

todos juntos nuestra grey

impondrá siempre la ley.

Cantemos la dulce armonía

nuestro gozo en alta voz

y un eco sea en cada pecho

de fraternidad y amor.

De tan noble igualdad

de tan grata libertad. :


Significativamente, este texto fue asumido en 1946 para acompañar al himno oficial de la República de Austria.

Esta y otras piezas suelen ejecutarse en diversos momentos del ritual masónico (circulación del saco de proposiciones y del tronco de beneficencia, etc.).

Mozart: Música de pase al grado de compañero

El 26 de marzo de 1785 con motivo de la ceremonia del paso de su padre al grado de Compañero, Mozart puso música a un poema de Franz Joseph Von Ratschky, y tituló la pieza “Canción para el viaje del compañero; A ti que accedes al nuevo Grado” «Lied Zur Gesellenreise: Die ihr einem neuen Grade» (K. 468). Siguiendo la intención original de Mozart, desde entonces esta pieza suele ser ejecutada en el ceremonial masónico para dar la bienvenida al hermano que pasa al grado de compañero. Destaca por su tono dulce y nostálgico que evoca la melancolía del peregrino que ansía llegar a su añorado hogar:


Mozart: Música para la ceremonia de iniciación:

Se ha supuesto que la cantata “A ti, alma del universo, oh Sol” «Dir, Seele des Weltalls» (K 429) fue ejecutada primeramente con motivo de la iniciación masónica de Mozart.:



Concretamente, los primeros acordes del aria del tenor que invoca al sol y a la luz deberían sonar en el momento culminante cuando al recipiendario le es levantada la venda y recibe la luz simbólica. Pero como la partitura está datada meses antes de su iniciación, también se ha supuesto que esta pieza fue encargada a Mozart para ser interpretada en “tenida blanca” (es decir, en una reunión de masones abierta también a personas ajenas a la Orden), concretamente, en la celebración de la gran fiesta solsticial Masónica de San Juan de verano, día en que finaliza el año Masónico. Ambas hipótesis son compatibles si pensamos que inicialmente fue una obra encargada por la Logia a Mozart, con el fin de acompañar algún momento del rito de iniciación y que finalmente fue interpretada en su propia ceremonia de recepción masónica. Eso explicaría que luego Mozart añadiera una segunda parte titulada “Agradecimiento a los Hermanos” en la que expresaba sus mejores sentimientos hacia la logia que le había admitido en su seno. La letra de la cantata inicial dice así:

Coro

A ti, alma del universo, ¡oh, Sol!

dedicamos el primero de los cantos festivos.

¡Oh, Poderoso, Poderoso! sin ti no vivimos.

De ti viene la fertilidad, el calor y la luz.

 Tenor

Te agradecemos la alegría

de poder volver a ver la Tierra en primavera…

Parece que la profunda impresión que le dejó su ceremonia de iniciación le inspiró el primer movimiento de su cuarteto (K. 465) llamado Las disonancias, que simbolizan los desvaríos del profano en busca de la luz, mientrasque el franco allegro en Do Mayor que les sigue son la seguridad de la revelación.

Dos meses antes de ser exaltado al grado de Maestro, asistió en febrero de 1785, a la iniciación de su amigo Franz Joseph Haydn que ingresaba en la Logia vienesa «La Verdadera Concordia». En recuerdo de esa circunstancia tan singular, Mozart dedicó a Haydn «Los Seis Cuartetos de Cuerda» (K. 168 – K. 173). Aunque compuesta esta obra antes de su ingreso en la masonería, posteriormente Mozart aprovechó ésta y otras de sus piezas musicales para darles un sentido masónico bien dotándolas de una letra adecuada o destinándolas a acompañar algún momento del servicio masónico.


Mozart: Musica para entrada en el taller y apertura de trabajos

En 1785, el Emperador José II ordenó que las ocho logias de Viena se fundieran en tres de mayores proporciones. De esta manera, la logia de los Mozart se unió con la “La Esperanza coronada” «Gekröntte Hoffnung» y formaron la “La Nueva Esperanza coronada” «Neugekrönte Hoffnung». Para celebrar la primera reunión de la nueva logia Mozart compuso dos piezas. Una de ellas estaba destinada para ser interpretada en el solemne momento de la entrada de la comitiva en el Templo. Lleva por título: “Elevad vuestras voces, amados hermanos” «Zerfliesset heut, geliebte Brüder» (K 483) y por tal motivo, suele interpretarse en ese momento preciso del ritual masónico.